
El control de productos biológicos, ¿puede ayudar a aumentar la resistencia de las plantas en el control de plagas y enfermedades en la caficultura?
Los datos indican, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB, 2023) que en 2023 hubo un aumento en el área total destinada al cultivo de café (arábica y conilon), totalizando aproximadamente 2,2 millones de hectáreas a cultivos de producción, 0,8 % superior a la zafra 2022.
Acompañando la crecida de las áreas y buscando superar las producciones de cada zafra, el cafeto necesita cuidados para mantener el vigor y la sanidad durante todo el ciclo, adoptando en el manejo una buena corrección, fertilización mineral y verde y principalmente el control fitosanitario de plagas y enfermedades, considerando el mantenimiento de los enemigos naturales existentes en el lugar. Actualmente se ha incrementado la comercialización de cafés especiales y certificados, y el estándar de calidad utilizado es un factor fundamental en la venta del producto, juzgando la calidad de la bebida que el grano brinda como divisor remunerativo.
La utilización del control biológico es un importante aliado en el manejo de plagas y enfermedades, visto que, en los últimos años se ha mostrado una evolución gradual en la investigación in vitro y eficiencia en el campo, siendo una herramienta indispensable asociada al control químico, con resultados significativamente favorables en términos de control, especificidad y residualidad.
Analizando las dos principales especies de café y considerando de forma general las regiones en las cuales el cultivo es plantado, se pueden destacar varios patógenos e insectos que causan impactos financieros significativos para el agricultor, como el minador de café (Leucoptera coffeella), broca del café (Hypothenemos hampei), cochinilla algodonosa (Planococcus citri), roya del café (Hemileia vastatrix), phoma de café (Phoma costaricensis), mancha de hierro del café (Cercospora coffeicola), entre otros. Sin embargo, para cada individuo mencionado anteriormente existen alternativas de manejo con baja consecuencia ambiental, destacándose los hongos y bacterias como herramientas de control. De esta forma, el uso de biológicos propicia además del control de plagas y enfermedades, mayor equilibrio de la microbiota y longevidad de insumos químicos y torna la agricultura más lucrativa y sustentable.
Nicollas Sousa
Desenvolvimento de Mercado
